En aquel entonces Pelé marcó en cuartos de final en la victoria 1:0 contra Gales, luego consiguió tres de los cinco goles con los que su selección se impuso a Francia 5:2 en las semifinales y anotó dos más en la final que se jugó el 29 de junio de 1958 en el Estadio Råsunda de Estocolmo. Sin duda alguna la gran figura del partido fue Pelé ya que marcó 2 goles en aquella final y fue el máximo artillero de su selección con 6 goles.