Pueden ser tan dispares como esos hundimientos que los hacen posibles: los hay abiertos a manera de lago u ojo de agua; los semiocultos en cavernas; los cerrados que por lo general tienen algunas aberturas por donde se filtra la luz del sol; y algunos a los que solo es posible acceder después de una caminata por pasillos subterráneos. Se encuentra a 26 metros del suelo y está rodeado de espesa vegetación y aguas cristalinas ideales para nadar.