Esos son los patrones que denotan su carácter y visualmente siempre tiene una imagen cuidada, limpia y ejemplar. Todo empieza en el círculo más cercano, que es el más difícil, y en el lugar de trabajo. San Lorenzo se sumó a las filas de la Federación Argentina en 1940, en lo que se denominó “Handball de campo”, siendo local en el Gasómetro.