Se saben ya los cánticos y ven a los jugadores como auténticos ídolos, y eso que algunos aún están aprendiendo español”, comenta este hombre que ha decidido consagrar su vida al deporte y a ayudar a los chavales de la Seu tras jubilarse de una empresa de construcción. Camisetas que conservaré toda la vida y protegeré como un tesoro entre los enseres más queridos de mi cuarto.