En ella el equipo marchaba a un punto del primer clasificado, el Football Club de Sète, con el que tenía el goal-average ganado y que ya había disputado todos sus partidos, mientras los marselleses disponían todavía de tres. El mismo año de su triunfo en el campeonato, se inauguró el nuevo estadio de la ciudad de Marsella, el Stade Vélodrome, construido como una de las sedes de la Copa del Mundo de 1938, y pasó a ser utilizado por el club, dando cuenta de la gran proyección que adquirió.