En el verano de 2015, tras la rabia de un puñetazo a la pared que le hizo salir en su presentación con el brazo vendado cuando temía no volver, llegó su regreso a casa, a Heliópolis, camiseta seleccion alemania mundial 2022 a un Benito Villamarín ya renombrado sin Lopera. Yo, por aquel entonces, ya vivía en Sevilla y ahí se me hacía inevitable que mi sentimiento bético aflorara cada vez más, compitiendo con el madridista (sí, camiseta marruecos mundial 2022 tampoco voy a engañar a nadie).