La dependencia de algunas selecciones de componentes que no son españoles y la exigencia (impuesta de manera externa o interna) de alcanzar la gloria ha resultado contraproducente en casos como el del rugby, que no una sino dos veces se ha quedado sin Mundial por culpa de nacionalizaciones y pasaportes falsos o, cuando menos, irregulares. ¿Hay una manera mejor de distinguirse del resto que llevar una camisa y emplear unos gemelos originales y otros complementos?