Tras un esfuerzo por reunir fondos, se mandan a hacer las camisetas a una fábrica textil de Rosario. La primera sugiere que se toma los colores de una barcaza que se encontraba en las inmediaciones de «El Campito», lugar donde los jóvenes fundadores se reunían para jugar al fútbol. La otra versión indica que, dentro del grupo fundador, había quienes querían una camiseta igual a la de Newell’s Old Boys de Rosario.